LA GRAN NOVELA LATINOAMERICANA

La gran novela latinoamericana es un gran ensayo muy personal de Carlos Fuentes.
Rastrea los orígenes de la literatura iberoamericana remontándose al descubrimiento -o invención, como él insiste en denominarla- de América, continúa con la época colonial y llega hasta la etapa de la independencia. Propone tres autores y sus obras como los fundadores de la lengua y del espíritu europeo y americano en lengua castellana y portuguesa: El Príncipe de Maquiavelo, la Utopía de Tomás Moro y el Elogio de la locura de Erasmo. Continúa con varios capítulos en los que interpreta la relación entre Europa y la nueva América desde la historia, la religión, la filosofía, la política y la literatura. La imbricación de todos los saberes y su iluminación mutua la desarrolla con arriesgadas interpretaciones. En esta primera parte, lo excesivo, lo grandilocuente y la densidad conceptual expresada con un estilo esteticista dotan de grandiosidad al ensayo.
Cervantes, Bernal Díaz del Castillo y Rómulo Gallegos son otros de los literatos que Fuentes trata, de un modo que se espera que se haga. A continuación, escoge a varios grandes autores como Borges, Cortázar, Onetti de los que trata algunas de sus grandes obras y con una síntesis conceptual en la que la tríada épica, mito y epopeya aparecen interrelacionadas en todas esas novelas. Después analiza los movimientos literarios llamados boom, crack, boomerang: de ellos selecciona, entre otros a Volpi, Padilla, Silvia Iparaguirre. Es decir, la selección que Fuentes hace es su propio canon de lectura latinoamericana y puede ser criticado por no incluir a Bolaño. Fuentes se erige en crítico, juez y recopilador y se defiende de toda crítica señalando que no pretende hablar de todos, sino de algunos, por eso su ensayo es personal y no académico. Además establece todo tipo de relaciones entre los latinoamericanos y los europeos y anglosajones.
El estilo elegante y culto de Carlos Fuentes hace que la lectura de su ensayo se pueda hacer como la de una fluida novela en ciertas ocasiones. En otras resulta demasiado denso. Y resulta muy distinto el tono épico y heroico de los primeros capítulos con el crítico y algo menos ampuloso de los restantes.
Muchos de los textos de este libro ya han aparecido parcialmente en artículos publicados en periódicos o en otros libros, así como las ideas sobre el indigenismo, sobre la lengua oral y sobre la literatura. Puede resultar interesante para el lector que desee tener un buen panorama o una subjetiva historia de la literatura latinoamericana.

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