LA GUERRA DE LA ESCUELA

El protagonista del relato describe los rasgos distintivos de la nueva escuela a la que él y su hermana han empezado a asistir. En un principio, el colegio daba la impresión de ser como cualquier otro, con seis aulas, un patio, una directora, trescientos alumnos y varios profesores. Sin embargo, al cerrarse las puertas, se desata en su interior una serie de guerras, de mayores contra pequeños, de los rubios contra los morenos, de los que llevan calzado de marca contra los que no, etc. Agobiado por este continuo estado de pelea, el narrador trata de poner en práctica una postura de no violencia y “desobediencia civil” inspirada en lo que ha oído contar sobre la labor de Gandhi en la India para lograr la independencia de Gran Bretaña. El autor, nacido en Ciudad de Méjico en 1961, desarrolla un argumento triste y amargo que parece considerar inevitable que la mayoría de las escuelas se conviertan en campos de batalla, ante la indiferencia de directores y profesores. El protagonista y su hermana acaban siendo expulsados y son admitidos en otro colegio muy parecido al anterior, donde piensan persistir en su búsqueda de la paz. La obra está escrita con estilo sencillo y un vocabulario cuyo marcado tono localista dificulta su lectura en otros ámbitos hispanohablantes. Las circunstancias a las que se refiere son reales, aunque están llevadas a unos términos forzados en exceso. La solución pacifista que ofrece no parece efectiva ni adecuada a la mentalidad del público al que va dirigida la obra.

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