LA HABANA EN UN ESPEJO

Impresiones de la autora, nacida en México y educada en Estados Unidos, durante los meses de 1970 en que, contratada por la Escuela Nacional de Arte de La Habana como profesora de danza moderna, dirigió los cursos impartidos en el Cubanacan. En los primeros momentos rechaza la falta de libertades en el sistema político de la Revolución Cubana, pero la influencia del ambiente y la propaganda de Fidel Castro acaban por inclinarla a favor de las doctrinas del socialismo comunista.Posteriormente, ejerció de corresponsal en la prensa norteamericana de izquierdas.
El reportaje se centra en el sentido y valor artístico de la danza en general y, de modo particular, en las expresiones actuales, alejadas del ballet clásico. Refleja con fidelidad las escuelas y tendencias de los maestros afincados en Nueva York en la década de los años sesenta del siglo XX. Además de tratar los aspectos técnicos sobre el baile como expresión corporal, la obra se adentra en consideraciones sociales, y en ese ámbito se rebela contra el sistema comercial que, según la autora, anula el verdadero arte en los países capitalistas. Junto a ciertas afirmaciones más o menos discutibles, se aprecia la falta de preparación de la autora en cuestiones políticas, sobre las que se pronuncia con evidente desconocimiento de causa. Las relaciones afectivas entre los personajes, incluyendo los de la propia Alma, al describir sus sentimientos íntimos y amorosos, se plantean al margen de cualquier referencia moral, inspiradas sólo en criterios estéticos sobre la belleza plástica y el culto a la armonía y al ritmo, asimilados al movimiento del cuerpo.

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