LA HABITACIÓN DE LOS NIÑOS

Valentine Goby, nacida en Grasse, Francia, recibió en 2014 el Premio de los Libreros de Francia por La habitación de los niños que ahora está siendo traducida a las principales lenguas europeas.
A comienzos de 1944, Mila, una joven militante de la Resistencia francesa en París, es descubierta y deportada junto con su prima Lisette al campo de concentración de Ravensbrück. Días antes de ser detenida Mila había pasado una noche con un camarada al que curó de una herida grave y del que ni siquiera conocía el nombre. Como consecuencia de aquella relación Mila queda embarazada. Cuando es consciente de ello toda su lucha se centrará en no ser descubierta y sobrevivir por el bien de su hijo.
La novela está escrita con gran intensidad. La recreación de la historia es convincente y la autora ha sabido trasmitir una realidad inimaginable para quienes no estuvieron en aquellos campos de exterminio. Éste es quizá uno de los mayores dramas de quienes vivieron ese terrible episodio de la historia de Europa: verse obligados al silencio porque tanta crueldad no era fácil de explicar y mucho menos de entender.
La autora hace una descripción de los últimos meses del nazismo cuando la desesperación del ejército alemán ante la eminente caída les lleva a intentar borrar todo vestigio de su horror. Los confinamientos llegan al límite hacinando en barracones a muertos y moribundos, porque apenas quedaban ya quienes pudieran ponerse en pie. Los crematorios, a pleno rendimiento, no dan abasto para ocultar tanta crueldad. Las imágenes, descritas con gran realismo y crudeza no dejarán indiferentes a nadie. Con todo, la solidaridad entre las prisioneras es conmovedora. El deseo de salvar una vida que comienza entre tanta desolación da alas para sobrevolar los muros infranqueables levantados para generar muerte.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa