LA HABITACIÓN

La novela, inspirada en un caso real, cuenta la insólita historia de Elizabeth, que lleva siete años secuestrada por un violador que la visita por las noches. Ella y Jack, su hijo de cinco años, viven en una habitación sin ventanas, completamente aislados del exterior. La madre hace todo lo posible por convertir el entorno opresivo en que viven en un paraíso infantil, con buena dosis de juegos e imaginación. Se mantiene firme por amor a su hijo, hasta que, en un segundo intento, consiguen escapar, siendo detenido el violador. Madre e hijo siguen una terapia psicológica, ya que las tensiones prosiguen para los dos: ella, asediada por los medios de comunicación, ante tanta presión se desfonda e intenta suicidarse, y Jack, que vive con su abuela, se esfuerza por adaptarse al mundo real.
El libro, muy bien escrito, desarrolla una prosa excelente y elegante, apoyada en una historia contundente y unos personajes magníficamente construidos y creíbles. Sustentan la trama numerosas conversaciones, ágiles, entrañables, simpáticas, llenas de frescura y humor. La ternura impregna el relato como contrapunto a la dureza de fondo del argumento, tema tratado con gran delicadeza, sin ceder a ninguna descripción. La primera parte del libro se centra en la relación madre-hijo; más adelante el argumento da un vuelco dramático, el ritmo se acelera y se avanza en los antecedentes de la historia. Se reflejan valores humanos y religiosos, como la fortaleza, la capacidad de adaptarse a situaciones adversas y el amor maternofilial. En todo momento prevalece el bien sobre el mal, aunque desluce el conjunto un comentario poco claro sobre un aborto.

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