LA HORA DE LAS SOMBRAS

En capítulos alternos se narra la historia de Nils Kant, que desde pequeño fue insensible al dolor ajeno, dejó que su hermano se ahogara, pudo intervenir en la desaparición de un niño de seis años y cometió algunos homicidios. Al cabo de varias décadas, la madre de este niño, que aún tiene la esperanza de encontrarlo, vuelve a la casa de su infancia y a su anciano padre, ingresado en una residencia, que está investigando el asunto para saber qué le ocurrió a su nieto. La narración avanza lentamente, mostrando la personalidad de los tres personajes principales. Dos historias que se entrecruzan y se explican en el último capítulo. Frases cortas, frías, objetivas, colaboran a que la tristeza del tema se haga aún más intensa con la depresión de la madre, la ancianidad del abuelo y la duda sobre si el chiquillo fue asesinado. Todo es escueto y el estilo se hace áspero, con escaso vocabulario, poca psicología y un hálito de maldad que planea sobre Nils. Agresivo, duro, insensible, éste no duda en matar ni en hacer daño; y esa violencia callada que le acompaña desde niño y es el lado oscuro y de estremecimiento de la novela, es la parte capaz de lograr que se avance en una lectura lenta, que tarda en mostrar pistas sobre el desaparecido.

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