LA HUIDA

Thompson (1906-1977) es uno de los grandes escritores de la novela policiaca norteamericana. Muchas de sus novelas han sido llevadas al cine, como esta, adaptada y dirigida por Sam Peckinpah. Está considerado un clásico. Sus novelas beben de los grandes maestros del género (como Raymond Chandler y Dashiell Hammett).
El protagonista es Doc McCoy, que acaba de salir de la cárcel tras conseguir que le rebajasen la pena corrompiendo a algunos jueces. Ha preparado un atraco en un banco, para lo que cuenta con la ayuda de su joven mujer, Carol, y un peligroso criminal llamado Rudy Torrento. El golpe sale bastante bien, aunque después de cometerlo empiezan los problemas. Primero, entre ellos, con varios ajustes de cuentas. Luego, la huida se complica demasiado, con muchas muertes a sus espaldas.
La novela se centra en este proceso de huida, esquivando en todo momento no sólo a la policía sino también a otros criminales que quieren pasar factura a Doc. También surgen imprevistos, como el robo de la maleta con el dinero en la estación de tren, que provoca una de las mejores escenas de toda la novela.
“Huir –escribe Thompson en un momento de la novela- significa muchas cosas. Algo limpio y ligero, como el deslizarse de un pájaro a través del cielo. O algo sucio y rastrero; una serie de movimientos de cangrejo a través del fango, un proceso de trepar hacia delante, de saltar hacia un lado y correr hacia atrás”. Carol y Doc viven momentos muy tensos, descritos con buen ritmo y con los ingredientes clásicos del género, en este caso con mucha violencia gratuita, pues la pareja protagonista no se anda con muchas contemplaciones a la hora de conseguir sus objetivo.
Y hay también mucha imaginación a la hora de describir las vidas de los protagonistas, algunos de los personajes con los que se encuentran en su camino de huida y el misterioso final, que transcurre en un paraíso kafkiano.

Adolfo Torrecilla