LA LLAMADA DEL ÁNGEL

Tras pasar un romántico fin de semana en Nueva York con su novio, Madeline se dirige a la cafetería del aeropuerto JFK mientras él resuelve los trámites del embarque. Hacia el mismo lugar se encamina Jonathan con su hijo Charly tras haberlo recogido de su ex-mujer para pasar con él las fiestas navideñas. Sosteniendo precariamente sendas bandejas de comida Jonathan y Madeline chocarán aparatosamente dejando caer al suelo cuanto llevaban en ellas. La precipitación al recoger sus objetos hace que cada uno tome el teléfono móvil del otro sin darse cuenta. Cuando Jonathan aterriza en San Francisco y Madeline en París, descubrirán contrariados la equivocación. Con un primer contacto nada afectuoso para recuperar cada uno su aparato, y a la espera de ver el mejor modo de volverlos a intercambiar, a los dos les moverá la curiosidad para indagar sobre la vida del otro a través de las imágenes y correos guardados en los smartphones. Inesperadamente, lo que comenzó siendo un irrefrenable cotilleo les llevará a descubrir que ambos comparten un pasado lleno de sombras que confluye en la figura de Alice Dixon, una joven adolescente desaparecida dos años atrás.
El inicio de la trama lleva al lector a sospechar que se encuentra ante una comedia con visos de glamour y romance. Sin embargo, un vertiginoso giro realizado con acierto por el autor, la convertirá en una novela de estilo policiaco con todos los ingredientes de misterio, suspense, intrigas, asesinatos, maleantes y policías con una vocación fuera de toda duda. No faltan las relaciones amorosas con alguna escena sensual completamente prescindible que no añade nada a la novela. La acción trepidante, la rapidez en la sucesión de los escenarios, y la evolución en la relación de los protagonistas, sin ser creíbles, quedan justificadas en cuanto novela policiaca de entretenimiento.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa