LA LLUVIA AMARILLA

Transcurre la acción de esta novela en un pueblo perdido en el Pirineo de Huesca, cuyo último habitante, un anciano a las puertas de la muerte, recuerda su vida y, sobre todo, sus últimos años de soledad absoluta. El autor, nacido en 1955 en la provincia de León, publicó la obra en 1988. VALOR LITERARIO. En esta interesante novela, el autor plasma la tragedia de tantos pueblos abandonados en el terrible mundo de un hombre que lleva varios años viviendo en total soledad en medio de una durísima naturaleza, al que la locura va cercando lentamente hasta hacerle vivir en plena alucinación. Su perra, a la que matará al sentir que su propia muerte está cerca, y una nieve cruel que le asedia casi seis meses al año, serán su única compañía, creando una atmósfera inquietante y amarga que nada vendrá a suavizar, pese a algún momento de auténtica poesía. Muy acertado el tono escogido por el autor, al que sólo podría ponérsele el reparo de un lenguaje excesivamente culto para su personaje.
La soledad total de este hombre, del que ni siquiera se menciona el nombre, no se atenúa en ningún momento por la idea de un Dios, ni siquiera lejano. Asimismo, su idea de la muerte es totalmente pagana y sin esperanza, y sólo al final se lamenta de que ningún cura vendrá a bendecir su entierro.

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