LA LUZ DE LAS ISLAS PÚRPURAS

Primera parte de una saga que se inicia en Amberes en 1520. Desde allí Mirijam y Lucía Van de Meulen, dos hermanas adolecentes de origen judío que se han quedado huérfanas emprenden un viaje hacia Andalucía a casa de unos parientes. Durante la travesía sufren el ataque de los sarracenos que las secuestran, esclavizan y son conducidas a África, siendo separadas. A partir de ahí se relata la trayectoria de Mirijam, violada y torturada salvajemente, una vida durísima hasta que un amo la adopta como hija en Mogador. Poco a poco trabaja en tareas más selectas y se convierte en una experta tintorera. Al cabo del tiempo desembarca allí tras hundirse su nave, Miguel, un timonel portugués quien al conocerla se enamora de ella. Miguel ha compartido viajes y peligros con Cornelisz, un comerciante amigo de la infancia de Mirijam que casualmente también desembarca en Mogador. Una conversación entre ambos les pone sobre la pista de que quizá el secuestro de las hermanas Van de Meulen haya sido a causa de una traición y preparan su venganza.
El libro presenta una temática típica de este género novelístico: unas jóvenes europeas de buena familia que, debido a un infortunio, son sometidas a una cruel existencia en un ambiente inhóspito y lejano pero fascinante y lleno de magia. A través de una prosa sencilla y de modo lineal, la autora se centra en contar la azarosa vida de la protagonista, se echa en falta la historia de su hermana que quizá prosiga en la próxima entrega. Tanto los personajes como los diálogos resultan algo convencionales y superficiales ya que su autora dedica más atención a las aventuras marítimas, a secuencias violentas, a veces descarnadas, así como a la prolija descripción de costumbres y paisajes del Sahara y el Mediterráneo. Un escenario exótico donde se desarrolla una trama de amor reflejada con erotismo en un conjunto narrativo muy previsible.
Doris Cramer es bibliotecaria y ha viajado a África en muchas ocasiones. Esta es su primera novela.

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