LA MADRE

Edward St. Aubyn cierra la serie del aristócrata Patrick Melrose con esta novela titulada La madre constituida por otras dos: Leche materna y Por fin. Anteriormente escribiría una trilogía bajo el título El padre, iniciando así lo que ha dado lugar a un quinteto muy original en el que el autor despliega ingenio, un sentido del humor plagado de ironía y un notable estilo literario.
En esta ocasión, Patrick Melrose, ya en su etapa de madurez, parece haber alcanzado cierta estabilidad junto a Mary formando su propia familia. Tras haber superado una infancia oscura y cruel bajo la sombra tiránica del padre, la pusilanimidad cómplice de la madre, y una adolescencia echada a perder por las drogas, la normalidad de una vida plena no termina de hacerse realidad cuando la enfermedad degenerativa de su madre va acompañada de un exceso de espiritualidad y esoterismo por parte de ésta que la lleva a donar toda su fortuna a una fundación New Age dejando a Patrick sin herencia. Enredándose entre el odio y la compasión hacia su madre quien llegará a pedirle ayuda para un suicidio asistido, Patrick no podrá encontrar consuelo en los brazos de Mary quien, consumida por la maternidad, y sin más espacio que para sus hijos, le empujará indirectamente hacia la infidelidad y el alcohol. Cuando la madre fallece volverá a abrirse ante Patrick el abismo del pasado junto a un desfile de personajes que de una u otra manera han tomado parte en su ser actual.
Sin dejar en ningún momento el sentido del humor típicamente inglés, escéptico y flemático, Edward St. Aubyn traza acertadamente un registro de emociones dolorosas y en ocasiones contradictorias, buscando la liberación de un pasado caótico y la redención hacia un futuro sin condicionamientos.

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