LA MALDICIÓN DE JUNE FARROW

June vive con su abuela en una granja de flores de Carolina del Norte. Sabe que sobre todas las mujeres de su familia hay una maldición y que pierden la cabeza. Como su madre que desapareció años antes sin volver a saber nada de ella.
Poco después de morir su abuela, recibe de ella una foto en la que aparece su madre en una foto de 1912 con Nathaniel, un pastor baptista del pueblo, al que asesinaron. Comienza a investigar. Poco después le dan un sobre con una dirección. Cuando June va allí encuentra una granja en ruinas y ve una puerta sobrenatural. La cruza y se encuentra en 1951 y con un hombre que parece conocerla.
Novela escrita con muy buen estilo, que nos hace adentrarnos en la vida de una granja de Carolina. La historia engancha desde el principio y despierta la curiosidad por querer saber qué ocurrió con la madre de June y después con ella misma. También despierta interés la relación de ella con Eamon, el hombre que se encuentra y que resulta ser su esposo.
Toda la estirpe de las Farrow parecen brujas que presumen de no estar bautizadas. A través de puertas pueden viajar en el tiempo, como hace June.
El villano del libro es Nathaniel Rutherford, el pastor presbiteriano, un asesino, atormentado por haberse enamorado de una Farrow, hija del diablo. En la novela se da un contraste entre las mujeres de la familia con poderes preternaturales, y la religión, personificada en un fanático. Ganan las Farrow. Contiene escenas sexuales explícitas.
Se valora de manera positiva la familia y como la protagonista cambia de no querer casarse ni tener hijos por miedo a la maldición, a hacerlo para toda la vida.

Silvia Martínez