LA MEMORIA DEL ÁRBOL

Los abuelos de Jan, Joan y Catalina, se van de Vilaverd al barrio de Sant Antoni, en Barcelona, para vivir con su hija, pues la enfermedad del abuelo va a más y necesita más cuidados. Todos tienen que adaptarse a la nueva situación familiar. Pronto el nieto, Jan, pasea con el abuelo y mantiene con él una relación muy íntima llena de preguntas y respuestas, significados y emociones, y siempre pendientes de los detalles que viven a su alrededor y del proceso degenerativo de la enfermedad del abuelo.
La memoria del árbol, de la escritora Tina Vallés (Barcelona, 1976), es una bella narración, magníficamente escrita y construida, hecha en primera persona por el propio Jan. La novela está escrita con capítulos muy breves y muchas dosis de atrayente ingenuidad y poesía, nunca almibarada. Vallés escribe con sencillez, con las propias expresiones infantiles de Jan, con su modo de interpretar lo que sucede a su alrededor, que a veces le desborda. El lirismo empapa las minúsculas y cotidianas escenas domésticas.
De algún modo es una fábula que, tras los sentimientos y vivencias infantiles, plantea una reflexión profunda sobre la familia, la sintonía entre abuelos y nietos, el valor de los recuerdos y el declive de la vejez.

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