LA MIRADA DE ÁNGEL

Mª Luisa, madre de un niño con Síndrome de West, se sintió desamparada al conocer el diagnóstico de la enfermedad rara de su hijo cuando éste tenía 6 meses. Recordar al cabo de los años, el consuelo que supuso para ella contactar con la madre de un niño con la misma enfermedad, le animó a escribir este libro. En él comparte cartas escritas a su hijo durante quince años con sus sentimientos más íntimos, con el fin de brindar a quien lo necesite el apoyo y consuelo que ella obtuvo gracias a aquella madre.
La autora nos ofrece en esta edificante lectura un mensaje de esperanza y optimismo presentando a su hijo Ángel como un ser humano lleno de cualidades. Ha enseñado a Mª Luisa grandes lecciones de vida: a no regodearse en el dolor, a no dramatizar, a disfrutar más de la felicidad de sentirse bien, a no fruncir el ceño, a entregar su tiempo y no hacer planes, a tener paciencia… Y sobretodo que “el mundo necesita seres como el, cuya única misión es hacernos mejores y recordarnos que no somos máquinas”. De hecho, todos tenemos alguna incapacidad, aunque no sea evidente.
Resalta la actitud de su marido, hija, abuelos y profesionales involucrados en la evolución de su hijo. Sin su apoyo ella no hubiera salido adelante porque, según sus palabras, “no es cuestión de dinero. Solo existe un camino: el amor”. Apela por último a la sociedad, invitándola a concienciarse y aceptar la dignidad de las diferencias.
Desde la primera línea hasta la última se percibe el cariño, ternura, dedicación y entrega de la madre. También la conexión con su hijo y la gratitud, el amor incondicional y felicidad que ella recibe de él. Todos esos sentimientos se trasladan al lector, junto con un enorme respeto y orgullo por Ángel.

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