LA NIEBLA HERIDA

Una noche de junio de 1946, cuatro chiquillos entran en el Matadero municipal de Madrid para robar la lana de los corderos y presencian cómo dos hombres asesinan a un tercero. Los descubren y los persiguen para eliminarlos, pero sólo consiguen apresar al más lento, de quien no vuelve a saberse nada. Desde entonces y hasta abril de 1960 se suceden una serie de muertes, relacionadas con la persecución que sufren los testigos incómodos y la venganza que éstos se toman de sus perseguidores.
El autor recrea en términos neorrealistas el ambiente de los suburbios de Madrid en los años de postguerra. Se divide la trama en episodios policíacos típicos de la novela negra y en una larga serie de reconstrucciones narrativas referidas a la situación española de la época. Se describen algunos episodios sexuales, la violencia y el odio impregnan muchas situaciones y el afán de venganza mueve a los personajes. El estilo es coloquial y demasiado insistente en el uso de registros lingüísticos propios del habla poco cultivada.

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