LA ORILLA OSCURA

Un español, profesor universitario en Estados Unidos, estando "dormido despierto" asume la identidad de un lejano pariente, industrial cafetero en Centroamérica, al que conoce por casualidad con motivo de un viaje de trabajo. Entre el sueño y la vigilia, la acción juega con el recurso del cruce de personalidades y con saltos espacio-temporales.
Como ya indica el título, la obra trata de penetrar en los rincones más oscuros de la mente humana, donde lo real y lo imaginario no tienen límites definidos. La acción sigue un curso errático e imprevisible, a través del cual surgen los personajes, borrosamente caracterizados en una mezcolanza abigarrada y confusa. Con ciertas influencias de la narrativa onírica sudamericana, el relato pretende ser una reflexión sobre lo misterioso y mágico que puede esconderse en las ficciones soñadas, pero no consigue resultar ni original en su fantasía ni ingenioso en su desarrollo narrativo. Un argumento laberíntico y un protagonista dotado de una psicología pretenciosa pero poco consistente, además de un estilo monótono, son factores que influyen negativamente en la consideración artística de la obra y en la atención que su lectura pudiera despertar.
La deliberada oscuridad de cuanto en ella se encierra dificulta la posibilidad de extraer conclusiones en cuanto al fondo de esta novela, más atenta a seguir un peculiar criterio estético que a aspectos conceptuales de pensamiento. En el terreno moral, las conductas alucinadas que presenta ni responden a criterios concretos ni tampoco dan lugar a pasajes reprobables.

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