LA PANDILLA DE TRISTÁN

Tristán es un niño tranquilo y reflexivo que no pertenece a ninguna de las pandillas que dominan el ambiente de su clase. Motivo por el cual no tiene quien le apoye y defienda ante las imposiciones y exigencias del matón del curso. Cuando intenta ingresar en uno de los grupos, sufre un claro rechazo y entonces decide formar una él mismo, con su hermana pequeña, que va al mismo colegio y otros compañeros marginados como él. La obra trata en tono positivo y con sentido del humor los problemas de la convivencia escolar y el riesgo de violencia que ésta actualmente entraña. La actitud generosa, comprensiva y no beligerante se recomienda cómo la más eficaz, en casos no extremos, para convertir en amigos a supuestos enemigos que resultan no serlo tanto como aparentaban. El acierto general del planteamiento temático, del desarrollo argumental y del estilo, hacen que la obra resulte entretenida y, al tiempo, educativa. La acción se localiza en fechas previas a las fiestas de navideñas, motivo por el cual los personajes participan en una fiesta escolar, hacen regalos y esperan recibirlos, aguardan con expectación las vacaciones y ven decoradas las calles. Sin embargo, la autora no pone en boca de ninguno de ellos, ni adultos ni escolares la menor referencia al carácter religioso de la celebración de la Navidad ni a su origen cristiano. Tristán en un ejercio de clase al respecto, escribe textualmente: "La Navidad es como las guerras cuando terminan".

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