LA PEDERASTIA EN LA IGLESIA Y LA SOCIEDAD

Este libro no trata de mitigar ni el problema de abusos en el seno de la Iglesia ni de justificarlo. Tampoco de silenciarlo; pero lo sitúa en su contexto, aprovechando para decir lo que muchos no se atreven: que hay otros lugares e instituciones donde hay abusos y más graves, pero que a las autoridades y a la opinión pública solo le interesa magnificar unos: los eclesiásticos.
Por ponernos en situación y dar datos: de todos los abusos, los que tienen un origen religioso representan solo el 0,5 % del total. Miró, un cristiano con convicciones y sumamente comprometido, ha escrito este ensayo con la intención de abundar en los números, siendo lo más objetivo posible. Ello permite ver que ha existido una campaña, orquestada en concreto por la prensa con un determinado sesgo ideológico, que ha dado una batalla que no existe. Eso ha servido para que los casos de la Iglesia sean más sonoros, reciban mayor atención y distraigan la atención de otros abusos que suceden en campos muy bien distintos.
Se trata, pues, de un libro recomendable, que viene a servir de contrapeso a la campaña de difamación. El título no está mal: para Miró, la Iglesia es un chivo expiatorio en el que se concentran las culpas y los males, con el fin de no macular otras instituciones.
Finalmente, importa subrayar que estamos ante un libro que sirve de denuncia: sobre todo, Miró acusa a la clase política tanto de oscurecer los datos como de engañar al público y pasar por alto una situación muy preocupante. Es de alabar la actitud del autor y su valentía.

TROA