LA RED DE PROTECCIÓN (COMISARIO MONTALBANO 30)

El libro fue dictado por un Camilleri ya ciego en 2015, pero es tan auténtico como los anteriores, sin perder frescura, ni la espontaneidad habitual, ni el sentido del humor tan característico. Montalbano es el inspector de siempre y sus ayudantes Fazio y Augelo y el insuperable Catarè son los personajes familiares que complementan a uno de los policías más populares, humanos y reales del mundo de la novela policiaca.
La novela, como ya es frecuente, tiene un caso que va discurriendo a lo largo de toda ella y que será resuelto al final y otro caso, aparentemente, de menos entidad que se resuelve también con brillantez y en el que se encuentra muy involucrado Mimì Augello.
En Vigàta hay más calma que nunca, aunque la TV sueca está filmando una serie que se desarrolla en los años 50 del siglo pasado y que desbarata un poco la vida del lugar, todo transcurre con tranquilidad, lo que le permite a Camilleri hacer un relato en que lo cómico y lo gastronómico se llevan de la mano. Pero en medio de la monotonía un personaje le cuenta que su padre muerto, durante unos cuantos años, había fotografiado una misma pared el mismo día de cada año. La curiosidad de Montalbano le lleva a investigar el enigma, aunque sin mucha intensidad, pero que al final será resuelto y mostrará una situación del pasado, poco previsible.
La calma le lleva a ausentarse unos días y trasladarse a ver a Livia y allí se entera de una especie de asalto a la clase del colegio donde va el hijo de Augello. Vuelve y se mete de lleno en la vida de los adolescentes que, al principio le desconcierta, pero poco a poco logra penetrar en su mundo, totalmente desconocido para él. Lógicamente acabará resolviendo también este caso.
Un caso más, con unos temas nuevos y con una imaginación que hicieron de su autor un personaje notable, capaz de escribir más de cien libros y todos ellos con originalidad, sentido del humor y de esa picardía que tanto le caracteriza. Es un Montalbano más, pero como siempre, distinto y agradable de leer.

TROA