LA SALIDA MÁS CERCANA

En 2007, el agente especial de la CIA o “turista”, Milo Weaver, sale de la cárcel y vuelve a su trabajo como operativo clandestino. Se enfrenta al reto de intentar solucionar la crisis de su matrimonio y a un desafío profesional, ya que le confían una arriesgada misión para ponerlo a prueba: secuestrar y matar a un joven inmigrante moldava. Milo, con identidad falsa, la secuestra pero su conciencia le impide matarla; sin embargo, poco después, la chica aparece asesinada. A partir de ese momento, Milo es considerado sospechoso y es perseguido y acosado brutalmente. En su entorno se mueven muchos personajes, todos ellos envueltos en un halo de misterio: una espía alemana, cabecillas de la mafia china, etc. Milo se enfrenta a un doble enemigo: aquellos que lo creen culpable así como a un topo infiltrado en la CIA que le ha traicionado por lo que tendrá que emplear toda su astucia y energía en descubrir la trampa que le han tendido; mientras, intenta resolver con éxito su crisis matrimonial. El cierre es potente, con luces y sombras, como el resto del libro.
Como en obras anteriores, Milo Wevaer, protagoniza peligrosas acciones en una complejísima trama relacionada con la corrupción a altas esferas y con alguna ramificación en torno al comercio sexual. Steinhauer es maestro en dibujar atmosferas, en este caso la Europa del Este, así como en crear perfiles psicológicos bien matizados y creíbles. Dada la temática, se incluyen breves referencias de ambientes de prostitución sin ahondar en excesivos detalles. Otros aciertos de Steinhauer son el implacable ritmo narrativo, la interesante intriga que atrapa al lector y, en este caso, la disyuntiva moral que se plantea el protagonista entre el bien y el mal. Lógicamente, hay secuencias violentas, tipos duros y maniobras turbias para conseguir información, aunque Olen S. no se recrea en ello sino en construir una intensa novela de espionaje.

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