LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. LA NOVELA

Los dos primeros años (1939-41) de la Segunda Guerra Mundial constituyen el fondo histórico donde transcurre esta novela, primera de la trilogía dedicada al conflicto desencadenado por Adolf Hitler en 1939.
Javier Cosnava (Hospitalet de Llobregat, 1971 ) guionista de series de cómics e historiador del III Reich, comienza su relato en el momento de la entrada del ejército ruso en Berlin en abril de 1945. Laurenti Beria, a las órdenes de Stalin, se encarga de localizar el paradero de Hitler y Eva Braum a los que se considera vivos y escondidos en algún lugar de la capital alemana. La captura de Otto Weilern, supuesto SS confidente de Hitler, le permitiría a Beria disponer de los datos que pueden conducir al descubrimiento del paradero de los fugitivos. Después de ser torturado en su celda, Weilern acepta el encargo de redactar una crónica de sus relaciones con el Führer, al que mantenía informado de la marcha de la guerra y de la conducta, sumisa o rebelde, de los mandos militares. La novela se desarrolla en dos planos que presentan los mismos hechos vistos desde perspectivas diferentes y complementarias. De un lado, aparece el testimonio de Otto Weiler, en el que describe su percepción de la realidad, al margen de la propaganda nazi y de otro los partes oficiales de campaña extraídos de los archivos de la Wehrmacht en manos de los soviéticos. A través de ambos documentos, según la acertada versión literaria de Javier Cosnava se reconstruyen las fulgurantes victorias en Polonia, seguidas de las campañas en los Países Bajos y Francia que permitieron a los alemanes dominar el Occidente de Europa. Pese a su condición de personaje ficticio, Otto Weilern desempeña un papel primordial en la trama que protagonizan figuras destacadas de la organización nazi. Es el caso de los siniestros Himmler, Heydrich, Goebbels y Bormann junto a los prestigiosos generales Von Brauchitsch, Guderian y Rommel, así como los almirantes Doenitz y Canaris, con los cuales colaboraba Weilern en el cumplimiento de su misión. Los acontecimientos reales se intercalan con episodios imaginarios que recogen fielmente el espíritu exaltado, la mentalidad y el ambiente de aquellos primeros años en los que las fuerzas acorazadas y la aviación germanas parecían invencibles. Las relaciones amorosas de los dirigentes nazis se describen como parte marginal de sus vidas, salvo en el caso de Reinard Heydrich, cuya pervertida conducta sexual se atribuye a la influencia nefasta de su mujer, Lina, exaltada activista del partido nazi.

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