LA SEGUNDA MANO

Antoine Compagnon es uno de los pocos eruditos europeos que quedan vivos, tras la desaparición de figuras como George Steiner o Marc Fumaroli. Profesor de literatura francesa en la Sorbona, ha explorado el canon de pensadores antimodernos y estudiado con profundidad la relevancia literaria y filosófica de la transición entre el mundo medieval y moderno, así como sus fluctuaciones. Su prosa es elevada y culta y es un autor enciclopédico, de modo que la lectura de cualquier de sus obras constituye una experiencia especialmente formativa.
También este ensayo nace de su amor por la cultura. Como explica el propio Compagnon, en este caso su tarea es doble: quiere reflexionar sobre lo que es la cita, pero también alude al trabajo de la cita, en el que consiste, para ser cierto, el principal cometido del intelectual. En efecto, la principal dificultad que siente este cuando comienza su andadura es si es posible “desenvolverse en la maraña de todo lo dicho”.
El examen de la cita se realiza en varias dimensiones: una fenomenológica, en la que se describe la cita como fruto inmediato de la lectura; otra, semiológica, para ver el sentido que tiene la cita y esta en tanto que signo; cuenta además con una genealógica, en la que se indagaba sobre su desarrollo, diferenciando la retórica antigua, la época de la patrística y la cita moderna; por último, es una teratología porque junto a las clases regulares, se estudian también otras formas, más extrañas, de cita.
Compagno revela, en definitiva, que la cita “es una piedra de toque de la escritura”. A su juicio, sirve para determinar la conversación que se produce siempre en el acto de lectura. “Lejos de ser un detalle del libro, un rasgo externo de la lectura y de la escritura, la cita representa una apuesta capital, un lugar estratégico e incluso político de toda práctica del lenguaje, desde el momento en que se asegura su validez, garantiza su procedencia, o, por el contrario, las refuta”.
La cita, por otra parte, tiene una gran importancia cultural, pues del uso que se haga de ella y de su validez depende la relación que una sociedad tenga con su tradición y su pasado, Eso explica que, a lo largo del libro, las reflexiones de Compagnon apunten a las consecuencias que tiene entender de un modo o de otro la cita.
Este ensayo, erudito y enormemente valioso, constituye también un repaso por la cultura occidental y su continuidad a partir de la importancia de la cita. Con él, Compagnon revela una de sus principales aportaciones intelectuales, que tiene que ver con la relevancia de la repetición en el campo literario, pues, a su juicio, la repetición es lo que constituye y determina el ámbito de las letras. Al ser culto y proponerse como un repertorio de citas e ideas, la lectura puede ser algo compleja para quienes no tengan la suficiente formación, pero es deliciosa y se puede decir que adentrarse en este ensayo supone una aventura cultura inigualable.

TROA