LA TRAIDORA

La eterna tragedia de la guerra se simboliza en la figura de la protagonista de esta novela, una joven alemana de la zona próxima a la frontera con los Sudetes. A finales de la segunda guerra mundial, ayuda a sobrevivir escondido a un prisionero ruso que se ha fugado. Poco tiempo después, el vencedor ejército ruso avanza hacia su pueblo, y ella confía en la paz y en la protección del ex fugitivo.
La autora, nacida en 1928, conoce por experiencia la época en que sitúa la acción y la problemática que trata en ella. Las duras realidades de su infancia ha sabido transformarlas en una novela muy interesante y bien escrita, que mantiene su intensidad dramática hasta el desenlace y se apoya en personajes trazados con rasgos de acentuada fuerza humana. La sencilla sobriedad del estilo subraya el dilema de alguien que debe elegir, en una situación muy difícil, entre obedecer la ley natural o ceder a la presión policial de un régimen totalitario. El miedo y el sentido del deber, el fanatismo y la caridad se enfrentan en una historia verosímil en la que el bien y el mal quedan perfectamente definidos, identificando amor con vida y odio con muerte.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa