LA VIDA FÁCIL

El primer capítulo se abre con cuatro componentes de la fuerza operativa Calidad de Vida que opera en el Lower East Side neoyorquino, en busca de drogas y armas, vigilando y recorriendo las calles por las noches. En el siguiente capítulo, un jefe de camareros, y escritor en ciernes, sale de copas con dos amigos; dos hombres que quieren revender droga les apuntan, y uno dispara contra uno de los amigos y lo mata. La policía empieza a actuar y en sus interrogatorios se descubre la vida de éste, la de la familia del protagonista y la de otras gentes, de distintas razas y procedencias geográficas y religiosas, de la calle Elridge, donde se cometió el homicidio. La policía sigue buscando e interrogando por la zona.
A pesar de mostrar un ambiente de bajos fondos, el autor lo describe con elegancia y sin chabacanería alguna. El ritmo es rápido, los diálogos veloces y entrecortados: ésta es la seña de identidad del autor y de esta novela. Para lograr viveza utiliza Price jerga, empatía, gestos, y mucha rapidez. El barrio muestra el colorido de sus habitantes: hispanos, judíos, chinos, familias desestructuradas. Transmite un entorno duro, degradado y violento, con pocas palabras bien escogidas. La trama engancha, y también lo humano de los personajes. La forma de actuar de la policía de Nueva York, los pequeños negocios del barrio, los pisos y casas patera: todo ello compone un mosaico abigarrado de un barrio neoyorquino que se lee como si se estuviera viendo una película.

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