LA VUELTA AL MUNDO DE UN NOVELISTA

n 1923 Vicente Blasco Ibáñez viaja a Estados Unidos para embarcarse en el Franconia, uno de los primeros cruceros de petróleo, cuyo destino es dar la vuelta al mundo. Un viaje que comienza en Nueva York y termina en el Mediterráneo. Esta obra se estructura en tres libros de viajes donde la descripción se trenza con la narración. En conjunto, resulta pesado, a no ser que el lector ponga mucho de su parte, situándose él mismo en el escenario. También, a pesar de un intento de grandiosidad, la visión de los hombres y las cosas es ramplona, precisamente porque la grandiosidad se reduce a la enumeración de todo lo visto. Abundan los relatos históricos y los datos sin mucho sentido. No hay en el libro una idea a través de la cual sea posible juzgar todo aquello que se va viendo. Sólo al final aparece una moraleja, que resulta artificial y ridícula y nada tiene que ver con el resto.
El autor, aun fingiendo indiferencia, se complace en la descripción de los temas sexuales, que, de hecho en hecho, dominan prácticamente la narración. Tampoco se caracteriza el libro por su respeto a la verdad cristiana.

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