LAS BALADAS DEL AJO

El gobierno comunista chino ordena a los campesinos que planten ajos, y se produce tal superproducción que los almacenes estatales enseguida se llenan y no pueden venderlos. Esta circunstancia conduce a la población rural a una situación de miseria extrema.
Mo Yan describe, con estilo fluido, una vida de dureza y crueldad más allá de lo imaginable en Occidente.En un mundo sin Dios y sin piedad, y con los lazos familiares rotos, la miseria material resulta aún más despiadada. Sin embargo, hasta las peores y más ingratas escenas se describen con un simbolismo especial, en el que caben la ternura y mucha poesía. No hay sentimentalismo en esta historia, que mezcla política, brutalidad y una impresionante historia de amor. Sí hay lenguaje soez, pero no excesivo. El título del libro hace referencia a la balada de un rapsoda chino ciego, cuyos versos se reproducen encabezando cada uno de los capítulos.

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