LAS COSAS QUE AMAMOS

Charlotte, una joven abogada de oficio en la ciudad de Filadelfia, recibe en su despacho la visita de su antiguo novio Brian, abogado de un prestigioso bufete, para solicitar su ayuda en la defensa de Roger Dykmans, un anciano industrial alemán acusado de haber ayudado a los nazis a exterminar niños judíos y a su propio hermano Hans por colaborar en la resistencia contra Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Para encontrar pruebas para la defensa del caso Charlotte deberá desplazarse hasta Alemania donde tendrá que trabajar con Jack, el hermano de Brian. La rivalidad entre los dos hermanos, profesional y afectiva hacia Charlotte, irá dando forma a sentimientos que parecían haberse olvidado hacía tiempo.
La autora no ha sabido crear unos personajes con fuerza como podría requerir el tema de la novela que en algunos momentos logra mantener el interés del lector. Personajes flojos, dominados por los sentimientos y la afectividad inmediata como fuerzas motoras de su actuar, les lleva a justificar cualquier relación amorosa esporádica, la infidelidad matrimonial o la trayectoria laboral sin ninguna referencia transcendente de la vida. La trama resulta simple y los acontecimientos se suceden de forma previsible. No pasa de ser una novela a fin de cuentas romántica, sin lograr ir más allá, aunque se puede reconocer el hecho por parte de la autora de haberlo intentado.

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