LAS HORAS OSCURAS

El relato comienza en el noroeste de Irlanda a finales del s. X (año 996) ya bajo influencia de los terrores que agitaron la cristiandad ante el próximo cambio de milenio. Brian de Liébana, monje benedictino procedente del monasterio del mismo nombre en Hispania, se dispone a reconstruir una antigua comunidad irlandesa de la orden, destruida por un ataque de piratas vikingos. A la espera de la llegada de un nutrido grupo de monjes, Brian se dedica a reconocer el lugar y sus habitantes, tiranizados por un reyezuelo que no tarda en perseguir al religioso extranjero. Brian rescata de sus garras a la joven Dana, que se refugia al amparo del convento, a cambio transmitir sus conocimientos de plantas medicinales.
La obra transcurre dentro del marco ambiental delimitado por el brumoso paisaje irlandés y la presencia de los druidas celtas, bien dispuestos hacia el cristianismo que muchos de ellos profesan. Su alianza con los benedictinos facilita el trasvase de conocimientos y técnicas ancestrales que los monjes recogen en códices incorporados a su biblioteca. Una secta diabólica empeñada en destruir la obra cultural y apostólica de los religiosos, se traslada a Irlanda y, con la ayuda del rey tirano, se dispone a arrasar a sangre y fuego el recinto sagrado. La intriga se mantiene hasta el incierto final, en el que el bien, simbolizado por el cristianismo y los monjes, logra salir airoso de modo inesperado y desconcertante. El estilo literario brilla en las descripciones de ambientes pintorescos, si bien incurren largas disquisiciones filosóficas y morales que alteran el ritmo narrativo. La ruptura del voto de castidad de Brian, debido a sus relaciones con Dana, se presenta como resultado de las costumbres del monacato irlandés que, según se dice, permitía la existencia de monjes casados.

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