LAS MIL Y UNA HISTORIAS DE A.J. FIKRY

A.J. Fikry es el único librero de Alice Island. A sus treinta y nueve años lleva tres de viudedad. Sin su esposa Nic, motor de la librería, Fikry se ha vuelto taciturno y con un carácter poco sociable. Sin más expectativas que el poder emborracharse los fines de semana hasta alcanzar la inconsciencia y que le dejen tranquilo el resto de la semana, su vida dará un giro inesperado cuando una niña de apenas dos años aparece abandonada en su tienda con una nota indicando su nombre y el deseo de la madre de que sea criada rodeada de libros. Habiendo solucionado todo el papeleo requerido por los servicios sociales, Maya es adoptada por Fikry. Para asombro de todos, el ser adusto e intratable que conocían pasará a convertirse en un padre cariñoso y solícito. La curiosidad por conocer a la niña, motivo de interés en la isla, ocasionará un aumento de la clientela en la librería y que la venta de libros se dispare.
A modo de relatos cortos cada capítulo irá enlazando con el siguiente mostrando una evolución de los personajes al ritmo de las lecturas que realizan. El clima de toda la novela es el amor a los libros y el respeto a los lectores. Con sentido del humor los personajes se irán abriendo a otras posibilidades. La lectura será la trasformadora de quienes son capaces de abrir un libro y oler sus páginas con deleitación; acción imposible con uno electrónico.
Gabrielle Zevin escribe una novela correcta, amena, con unos personajes simpáticos y cercanos apoyados en una amistad desinteresada y mutua, aunque, ocasionalmente, movidos más por los sentimientos que por la verdad. La atmósfera ideológica en la que se mueven es de un agnosticismo práctico y relajación en algunos aspectos morales.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa