LAS OVEJAS JAMÁS CONTADAS

Cuando la madre de la protagonista no tiene ya más ideas para convencer a su hija de que se duerma, le anima a que cuente ovejas, pero ella no está muy convencida de que esa sea una buena idea. Cuando intenta contar al numeroso rebaño de ovejas, todas se ponen a moverse, con lo que su tarea se hace imposible. Después de muchos juegos, son las ovejas las que parece que se han quedado dormidas. El relato, con toques humor, está bien escrito. Tiene unas ilustraciones llenas de detalles que permiten a los lectores desarrollar su capacidad de observación y atención, además de reforzar la creatividad.

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