LAS PEQUEÑAS MENTIRAS

Las pequeñas mentiras son las que envuelven la vida de los personajes de esta novela negra ambientada en San Sebastián, y también las que obstaculizan la investigación del caso. El cadáver de una peletera de la alta sociedad donostiarra aparece en su propia tienda. Arregui es la encargada de desenmarañar los hechos a través de una serie de interrogatorios, familiares, laborales y sociales para dar con la clave del crimen. Todo en un ambiente frio y lluvioso como el entorno doméstico de la víctima. Una familia que funciona por apariencias, sin sentimientos…con infidelidades y con escasas relaciones familiares. Contexto que le lleva a Laura Balagué a mostrar estereotipos negativos, simples y generalistas de personajes que tienen que ver con una sociedad acomodada y en algunos casos vinculados a la religión. Personas que contrastan con los miembros de una familia de clase media como la de la inspectora, obligada a compaginar trabajo y familia; donde los sentimientos y la demostración de afectos se hacen visibles. Arregui se mezcla emocionalmente con la familia de la asesinada; intenta evitar más dolor. No obstante, transmite la sensación de que está destrozando hogares y reputaciones, pero ella solo levanta la cortina y muestra lo que hay detrás de las apariencias, lo que siempre ha estado ahí. Una trama con ritmo que mantiene la tensión sin grandes sorpresas porque en la vida de la gente siempre hay secretos, discusiones, que la mayoría de las veces no tienen trascendencia; pero en los casos de asesinato cada riña o un empleado resentido, parece dar la explicación para justificar el suceso. Narración galardonada con el premio La Trama de novela negra.

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