LAS ROSAS DE PIEDRA

La obra constituye un libro de viajes que comienza por Galicia, continúa por Asturias, León, Castilla, Vascongadas, Navarra, La Rioja y Aragón, para terminar en Cataluña, y cuyo recorrido se articula siguiendo la ruta de las catedrales españolas. Aunque no hay referencias explícitas a fechas concretas, es evidente que los sucesivos viajes se realizaron en los primeros años del siglo XXI.
El autor define este libro como "un viaje en el tiempo y en la geografía", pero también afirma: "no establezco ninguna teoría ni pretendo llegar a ninguna conclusión", sino sólo "contar lo que he visto y me ha sucedido" al visitar unos edificios que, "por más que algunos pretendan, no son ya más que espejismos, reliquias de un tiempo ido". Su postura es la de un observador que da testimonio de la grandiosidad, o en algún caso de cierta falta de ella, de unos edificios con cuya significación espiritual declara no identificarse en absoluto. En definitiva, Llamazares se comporta como un turista culto, ilustrado y buen escritor, que sabe a dónde va, dedica tiempo y atención a sus visitas y trasmite al lector, con buen estilo, sus impresiones. En cuanto al contenido, es evidente que comprende la calidad artística y artesana de quienes trabajaron en las catedrales, pero no el espíritu que impulsó su construcción y el esfuerzo de quienes ahora se empeñan en tareas de mantenimiento y restauración.

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