LLAMADAS DESDE EL TELÉFONO DEL CIELO

Mitch Albom, autor de Martes con mi viejo profesor, combina el periodismo y la literatura con una intensa labor filantrópica y benéfica de ámbito local e internacional y ahora publica Llamadas desde el teléfono del cielo. Se narra en esta novela la historia de un pequeño pueblo de ficción, Coldwater, cercano al lago Michigan, en el que, sorprendentemente, sus vecinos empiezan a recibir llamadas telefónicas de sus familiares fallecidos, sucesos que se repiten desde septiembre hasta Navidad y que recaen sobre todo tipo de gente, creyente o escéptica. El fenómeno alcanza tal magnitud que el pueblo se llena de forasteros que acuden a ver el espectáculo y, lógicamente, de medios de comunicación convirtiéndose en un circo mediático. Sully Harding, un viudo ex militar ve algo extraño en estos hechos y se dedica a investigar por si se tratara de una trampa. De forma paralela se cuenta la historia de Alexander Bell, inventor del teléfono, un invento que con el paso del tiempo ha dado lugar a una avanzada tecnología y a artilugios que quizá estén sirviendo a alguien en Coldwater.
Mitch Albom construye esta curiosa novela con el recurso a lo que se podría calificar de fantasía espiritual y la desarrolla con agilidad, abundantes diálogos, mucha emotividad y un humor a veces chispeante y otras de manera algo simplona. En un entorno costumbrista absolutamente americano, unos peculiares personajes protagonizan situaciones rocambolescas. Esta trama, que resulta poco convincente desde el punto de vista narrativo, deja entrever la buena intención del autor y su interés por difundir la fe pero lo hace mostrando unas creencias muy basadas en aspectos sentimentales y en fenómenos extraordinarios; además en estas páginas se deslizan ciertas críticas a algunas enseñanzas de la Iglesia Católica. Como contrapartida, el relato de Alexander Bell presenta un tratamiento más interesante y con ciertos valores humanos.

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