LOLITA BUTTERFLY. 2: ALÉRGICA AL CAMPO

El segundo volumen de los diarios de la protagonista, una niña de entre ocho y diez años, abarca las fechas comprendidas entre el 7 de junio y el cuatro de agosto de 2012.
Lolita, obsesionada hasta la exageración y muy ambientada en la vida urbana, se desespera al saber que en las ya inminentes vacaciones de verano, sus padres la van a enviar a casa de su abuela paterna, situada en una remota aldea manchega. La razón de este plan es que su madre espera un bebé y es necesario hacer obras en la casa en la que viven para prepararle una habitación. Las entradas del diario recogen, al comienzo, los celos de Lolita ante la llegada de otro hijo y su incapacidad para adaptarse a la vida de un lugar donde la moda no cuenta y sus sofisticados modelos de ropa causan una mezcla de asombro y diversión. A medida que pasa el tiempo y conoce mejor a los habitantes del lugar, niños y mayores, pero sobre todo a su abuela, empieza a comprender lo ridículo de su conducta y, sin dejar de ser como es, su carácter mejora notablemente. El ejemplo de una familia en concreto, le hace valorar el significado de tener hermanos y cambia también su actitud ante la inevitable realidad de que va a dejar de ser hija única. La obra está escrita con ingenio y buen estilo, teñido de humor y rico en vocabulario, donde destacan divertidos usos populares. La inicial superficialidad de su contenido se atenúa mucho a medida que avanza la acción y el hecho de que Lolita se comporte como una niña mayor. La edad que le atribuye la autora puede deberse a la intención de prevenir al lector ante la posibilidad de que, al crecer, se sienta inclinado a ser como ella. Las abundantes ilustraciones son muy expresivas y complementan eficazmente al texto.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa