LOS BUSCADORES DE ORO

Novela de aventuras protagonizada por un chico de doce años que vive en una aldea de la costa de Cornualles, en el siglo XVII. Tras perder a su madre, muerta de peste, y a su padre, sepultado por una explosión en la mina donde trabajaba, tiene que elegir entre ir a vivir con una tía materna muy estricta y puritana o ingresar en un hospicio. Para evitar ambas posibilidades, igualmente aterradoras, huye de casa y por ingenuo, cae en manos de un traficante de niños que primero lo secuestra y maltrata y después lo vende a unos corsarios berberiscos. La obra, en la línea tradicional de las novelas inglesas de piratería, tiene una acción dinámica, llena de escenas de violencia y crueldad, El protagonista y sus compañeros de cautiverio, niños y niñas más o menos de su edad, llevan una vida muy triste, sobre todo aquellos que saben que, aún si llegaran a recobrar la libertad no tienen una familia que les espere y les acoja porque o carecen de ella o prefieren no regresar junto a quienes les vendieron para deshacerse de ellos. La trama incorpora, a diferencia de lo habitual en su género, elementos fantásticos como la intervención de unos genios benéficos que ayudan a los niños a escapar del barco pirata que los llevaba lejos de Gran Bretaña para ser vendidos en Oriente, pero aún así, el desarrollo argumental es duramente realista en muchos aspectos y el estilo acentúa este efecto por su tono áspero y seco. Pese a lo ágil, variado y tenso de la narración, su lectura resulta un tanto amarga y el contenido apenas encierra valores positivos ya que el protagonista no recibe el agradecimiento ni el apoyo de las personas a la que ayuda y su conducta tampoco está presentada con rasgos ejemplares aunque actúe con valor e inteligencia.

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