LOS CIEN SENTIDOS SECRETOS

Un norteamericano de origen chino había estado casado en su país antes de emigrar, y dejó allí una niña huérfana de madre. En la agonía, pide a su mujer y a sus hijos que la localicen y la lleven a vivir con ellos a Estados Unidos. Desde su llegada la protagonista de la novela vive muy unida a ésta, doce años mayor que ella y que posee lo que en China se llama "los cien sentidos secretos", con los que puede ver y hablar a personas ya muertas.
La obra basa su trama en el contraste de dos culturas muy diferentes, una de ellas pragmática y materialista y la otra capaz de transformar la realidad a través del simbolismo y el rito. La acción, muy variada y desarrollada de modo ágil, entremezcla los problemas personales de la protagonista, a punto de divorciarse, con los esfuerzos de la hermana por evitarlo y las referencias costumbristas del viaje que ambas hacen a China. La protagonista muestra unas vagas y poco profundas creencias católicas, procedentes de su padrastro italiano, mientras que su hermana, en cambio, cree en la reencarnación de acuerdo con la religiosidad china tradicional. De ambas surge un sincretismo espiritualista, impregnado de sentimentalismo, de perfiles muy vagos.
La autora maneja hábilmente este entramado novelístico, de forma que resulta complejo pero no recargado, y dosifica sabiamente realismo y misterio para ejercer sobre la atención del lector efectos atrayentes y de sugestiva fascinación. El estilo, sencillo y expresivo, es muy fluido y claro.

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