LOS DOCE HILOS DE ORO

Una anciana, que lleva veinte años viviendo en una residencia, hace tapices decorativos que regala a sus amigos. Su hijo ha muerto, pero su nuera y las dos hijas la visitan cada mes, y ella les va enseñando normas de conducta simbolizadas en la confección de los quilt.
La autora, que escribió este libro en 1992, pretende transmitir un mensaje de valores e integridad moral que sea congruente con la vida y la realidad tal como las perciben la mayoría de las mujeres, aunque no excluye a los hombres. El talante que adquiere la obra es más parecido al de un cursillo para mandos intermedios o trabajadores de una bondadosa empresa que al de una novela. La autora plantea la confianza en los demás como clave para el éxito, que es tener paz mental. Una serie de pautas de conducta, como educar el propio carácter, adquirir compromisos, tener un plan de trabajo y trabajar bien, integridad personal, etc., conforman los valores morales necesarios -los hilos de oro- para llegar a ser bienaventurado, que, según interpreta la autora basándose en la Biblia, es "aquel que se siente bien". La obra carece de cualquier noción de trascendencia.

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