LOS DRUSOS DE BELGRADO

Relato dedicado a narrar las desventuras de un vendedor ambulante, Hanna Yaqub, raptado por las fuerzas del Pachá en Beirut, ciudad portuaria sometida al Imperio Otomano en los años en que transcurre la novela, entre 1860 y 1876.
Por motivos políticos, los turcos decidieron expulsar de Siria a un numeroso grupo de musulmanes drusos, acusados por el embajador francés de una masacre cometida contra los cristianos sirios. Yaqub, practicante de esta religión, fue sin embargo incluido entre los prisioneros drusos y, pese a sus protestas, confinado en las cárceles otomanas de Belgrado y Bosnia-Herzegovina en los Balcanes. El depurado estilo literario del autor le permite describir de forma realista y detallada las circunstancias de una época agitada, en la que el poderío turco se mostraba ya en plena decadencia. La depravación de las autoridades, que disfrutaban de una vida lujosa frente a la miseria del pueblo, queda reflejada con precisión en los dramáticos episodios vividos por los condenados, que recibían un tratamiento inferior al de las bestias de carga. El sufrimiento de los presos, iguala a los musulmanes drusos con el cristiano Yaqub y establece entre ellos unos lazos de solidaridad fraterna que les llevan a olvidar sus diferencias y unir sus fuerzas ante la injustica. La miseria, la enfermedad y el hambre se ceban en los reclusos, la mayor parte de los cuales encuentran una muerte atroz lejos de la tierra y la familia de las que procedían. Los sentimientos de los cautivos quedan reflejados con notable fuerza expresiva que muestra, sin embargo, la mentalidad conformista de los orientales, que les lleva a aceptar su destino con actitud resignada y fatalista. El escritor en lengua árabe Abee Jaber(Beirut, 1972) que ha publicado más de una docena de relatos, obtuvo con esta novela el premio Arabic Fiction 2012.

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