LOS JARDINES ESTATUARIOS

Primer episodio de un ciclo novelístico ambientado en un lugar imaginario y atemporal que encierra una alegoría crítica sobre las diversas formas de organizar la convivencia en función de las condiciones en las que se desarrolla la existencia humana.
El protagonista, visitante anónimo de una región desconocida, se adentra en el interior de unas tierras ignotas que se rigen por leyes muy diferentes a las conocidas por el viajero. Con la ayuda de un guía que se ofrece a darle a conocer los rasgos característicos de su cultura, queda admirado ante los campos de cultivo, verdaderos jardines cuidados con esmero por unos afanosos agricultores. Sin embargo, los huertos no producen verduras, frutas o cereales, como sería de esperar, sino esculturas de piedra con formas humanas o relieves que representan escenas de la vida cotidiana. Los jardineros vigilan el crecimiento de las estatuas y corrigen las imperfecciones hasta configurar las imágenes deseadas. El protagonista decide escribir un relato en el que se pongan de manifiesto los peculiares rasgos de aquella cultura para lo cual deberá emprender un viaje de reconocimiento por las diversas regiones del país. En sus correrías obtiene nuevos datos que le muestran aspectos negativos y crueles ocultos bajo una apariencia de orden, tolerancia y amabilidad. No existen relaciones familiares y las mujeres quedan marginadas de la sociedad masculina, privadas de sus hijos al llegar a la adolescencia. Además, el rechazo de las injusticias ha generado la rebeldía de un líder dispuesto con sus partidarios a recurrir a la violencia para derribar las instituciones que protegen el orden establecido. La obra deja abierto el desenlace que, es de esperar, se verá prolongado en los siguientes episodios del ciclo. El estilo cuidado y sobrio, mantiene, dentro de la fantasía utópica de las situaciones descritas, un elevado nivel de calidad literaria. La carencia de unos valores éticos y morales que inspiren las costumbres de los pobladores de la región se presenta como señal de que existen distintas formas de entender la naturaleza humana.

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