LOS PÁJAROS DE AUSCHWITZ

El protagonista de esta novela es un joven polaco, estudiante universitario de Arte en Cracovia, su ciudad natal. Detenido por motivos políticos, al poco tiempo de empezar la segunda guerra mundial, pasa de la cárcel al campo de concentración de Auschwitz, sin ningún tipo de juicio o condena, en el verano de 1940. Allí, uno de los guardianes de las SS, ornitólogo de profesión, decidió aprovechar sus grandes dotes de dibujante, para utilizarlo como ilustrador de un trabajo que está escribiendo sobre las especies avícolas de la zona y las bandadas migratorias que la sobrevuelan.
La obra transforma en materia de ficción novelada hechos y personas reales, como se advierte en el epílogo. La acción se centra en la relación personal que se establece entre el prisionero y su guardián, separados por su condición de enemigos, pero unidos por la común afición a los pájaros. La focalización narrativa corresponde a la figura del prisionero que trata de entender cómo un padre de familia muy devoto de su mujer y sus tres hijos y amante de la Naturaleza y de la música, puede, a la vez, formar parte de una estructura de asesinos. Las conversaciones entre ellos, lo que expresan y lo que silencian, constituye un análisis lúcido y desapasionado de los rincones oscuros del alma humana. La cobardía del ornitólogo, que prefiere mirar a los pájaros para no enterarse de lo que ocurre a su alrededor, resulta de una dramática verosimilitud. Por otra parte el protagonista, al negarse a matar al alemán, sufre el rechazo de sus compañeros de campo en una expresión de odio que le recuerdan el de los propios nazis. La obra, muy bien escrita, sorprende por su alta calidad literaria, lo profundo de su tratamiento temático y la belleza de las descripciones de paisajes de la Prusia Oriental. La razón última a la que el autor atribuye la conducta de los nazis es que actúan así porque no tienen Dios y ellos mismos se creen dioses.

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