LOS VIKINGOS NO TENÍAN CUERNOS

¿A que ni te imaginabas que la mozzarella la creó en Italia Lucrecia Borgia? ¿Conoces la teoría que dice que Napoleón perdió la batalla de Waterloo por culpa de un ataque de hemorroides? ¿Sabías que los dientes de los soldados caídos en Waterloo acabaron en las dentaduras postizas de los europeos más ricos? ¿Te han contado alguna vez los magnicidios que acabaron con cinco presidentes del gobierno español como si fuera un partido de fútbol? ¿A que no sospechabas que Isabel la Católica tenía fobia al ajo? ¿Y que los vikingos conquistaron Sevilla y los acabaron echando a gorrazos? ¿Te imaginas un día normal en la vida del verdugo que cortó más de 2.000 cabezas en la Revolución francesa? ¿Sabías que los guiris eran los liberales que luchaban en las guerras carlistas? ¿Habías pensado que llegaría a tus manos la entrevista, en exclusiva, a la pierna amputada, al ojo perdido y al antebrazo machacado de don Blas de Lezo? ¿Qué relación tiene la muerte de Leslie Howard, el actor de Lo que el viento se llevó, con la increíble suerte que tenía Churchill? ¿Sabes cómo escaparte de un campo de concentración jugando al Monopoly? ¿Cómo es posible que un taxista arruinara una de las operaciones secretas más caras de la historia del espionaje norteamericano?

Los chicos de El Punto sobre la Historia se han tomado muy en serio su misión y han puesto sus cinco sentidos, su particular sentido del humor y su escaso sentido común para acercar la Historia a todos los que quieren saber pero no tienen tiempo de ponerse a estudiar. Y, de propina, se comprometen a intentar sacarles una sonrisa.

Reseña del Editor