MARIPOSAS HELADAS

La escritora polaca Katarzyna Puzynska (Varsovia,1985)sitúa la acción de su primera novela, Mariposas heladas, en Lipowo una pequeña localidad al norte de Varsovia rodeada de bosques y lagos de gran belleza aunque sometida a fuertes nevadas durante el invierno.
La aparición del cadáver de la hermana Monika en una curva de la carretera de acceso al pueblo obliga a intervenir a la policía al descubrir que no se trataba solo, como parecía en principio, de un atropello sino que, además, había sido apuñalada previamente. Los encargados del caso, el inspector jefe Daniel Podgórsky y la comisaria Klementyna Kopp inician las investigaciones después recibir los informes de la autopsia y de los expertos que han reunido datos sobre el lugar donde fue encontrado el cuerpo de la infortunada monja. El ambiente de una sociedad rural donde los vecinos mantienen rivalidades y viejos rencores hace difícil la tarea policial que no acierta a distinguir la verdad o las mentiras en sus declaraciones. Salen a relucir infidelidades conyugales, hijos ilegítimos o abusos de poder que siembran la confusión en torno a los posibles responsables del crimen. Al tiempo que la comisaria y el inspector desarrollan su trabajo, Blanka Kojarska, la bella mujer del millonario del pueblo aparece brutalmente asesinada cerca de la vivienda familiar en circunstancias semejantes a las de la hermana Monika. Surge entonces el problema de decidir si se trata de un asesino en serie dispuesto a cobrarse nuevas víctimas o por el contrario de dos crímenes sin relación alguna y cometidos por distintas personas. Katarzyna Puzynska describe con acierto las costumbres y mentalidad de los habitantes de Lipowo que se debaten entre el deseo de ocultar sus bajas acciones y el deber de aportar información que ayude a detener al responsable de los crímenes. En capítulos alternativos el verdadero asesino, cuya identidad permanece oculta hasta el final, recoge en forma de diario el drama familiar que ha perturbado su mente y le impulsa a tomar venganza sobre las personas a las que considera responsables de su desgracia. La trama sentimental corre a cargo de la psicóloga Veronika Nowakowska, joven atractiva que mantiene un apasionado idilio con el inspector Podgórsky al que sirve de consuelo afectivo durante los momentos decisivos de la investigación policiaca. En este personaje femenino se aprecian rasgos autobiográficos de la propia autora, también psicóloga y aficionada como ella a los perros y al deporte ecuestre. Las referencias a la fe católica y a sacerdotes y religiosos se muestran respetuosas con las creencias del pueblo polaco, salvo en el caso del joven P. Piotr, acusado de violación por una vecina de Lipowo, sin que al final se aclare la veracidad del hecho. Las numerosas expresiones soeces, algunas próximas a la blasfemia, puestas en boca de policías y testigos afectan negativamente a la corrección del estilo aunque responden a la crudeza característica del género de novela negra al que pertenece la obra.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa