MARTIN DRESSLER

Narra esta novela, premio Pulitzer 1997, la historia de un "self made man" norteamericano. Nacido en Nueva York en 1872, hijo de un vendedor de tabaco, a los 14 años trabaja como botones en un hotel, a los 20 es dueño de un restaurante que será el primero de una cadena, y antes de cumplir los 30 posee edificios hoteleros de lujo. Agotado por su actividad febril, comete algunos errores que detienen el brillante curso de sus negocios, y se dispone con cierto alivio a comenzar a partir de cero.
El autor, profesor de literatura inglesa, ha dado forma novelística al típico soñador americano, pero, más que en los aciertos de su actividad, profundiza en el vacío interior que experimenta. La obra, escrita con sencilla técnica lineal y estilo simple y realista, se plantea como una trayectoria hacia el fracaso personal, que corre paralelo a la acumulación de bienes. La trama no es original, pero está tratada con sobria lucidez y encierra una reconstrucción de época enfocada desde una perspectiva poco habitual. Quizá sea ésta, más que la calidad de la obra, aceptable pero no sobresaliente, la que ha merecido el premio.
La historia de Dressler induce a reflexionar sobre la elección que se plantea entre el ser o el tener. Al tener cada vez más y ser cada vez menos, el protagonista vive en una extraña fantasmagoría, privado de amigos, afectos y alegrías e incapacitado para disfrutar de la vida. Su increíble suerte en los negocios lo sumerge en "un prolongado sueño de piedra", del que para despertar necesita despojarse de todo menos de sí mismo.

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