MASHENKA

En ésta su primera novela publicada (Berlín, 1926) el autor narra la vida de un joven ruso que, a causa de la revolución comunista, se refugia en la capital alemana. En la pensión donde se aloja conoce a un compatriota que resulta ser el marido de Mashenka, uno de sus primeros amores. Ante la inminente llegada de ella, se le plantea la disyuntiva de intentar el reinicio de esta relación o marcharse. La obra, de evidente fondo autobiográfico y llena de ardor juvenil, está impregnada de sentimientos en ebullición, expresados por medio de un estilo lleno de exclamaciones e interrogaciones. A pesar de este barroquismo, el tema es interesante y está bien desarrollado. El perfil psicológico de los personajes presenta rasgos bien trazados, la figura lejana de Mashenka aparece envuelta en un sugestivo halo de romántica nostalgia, y la técnica narrativa es consistente dentro de una trayectoria lineal bastante sencilla. Aunque con las carencias propias de su poca experiencia creativa y vital, el autor manifiesta ya en esta obra, escrita a los 26 años, las cualidades que le harían famoso. La amargura por la pérdida de una vida mejor y el desarraigo producido por la expatriación son los sentimientos predominantes en este grupo de exiliados.

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