MATAR A PRIM

La obra presenta una síntesis documental de los trabajos realizados por la Comisión Prim, entidad privada que se encarga de investigar el asesinato del general y político catalán Juan Prim y Prats, en el IIº Centenario de su nacimiento (Reus, 4-12-1814-Madrid, 27-12-1870).
Los restos mortales del general fueron recientemente sometidos a un meticuloso examen, de acuerdo con las modernas técnicas radiológicas, analizado su ADN y comprobadas las heridas recibidas en el atentado. Los investigadores tuvieron en cuenta el número de impactos visibles en la carrocería de la berlina en la que viajaba, conservada en el Museo del Ejército. Además de los informes facilitados por los forenses del hospital universitario de Reus, los datos se completaron con el dictamen de los peritos en balística, criminólogos y jueces que estudiaron por separado los detalles del crimen. El resultado de los trabajos parece haber demostrado que los disparos de los pistoleros dejaron gravemente herido al general el cual, para mayor seguridad, fue estrangulado posteriormente con una soga, cuyas trazas permanecen visibles en el cadáver. Una vez confirmados los hechos, las sospechas recaen sobre el presidente del Consejo de Regencia, general Serrano, que ofreció a la clase política y al resto del país una versión falsa de los sucesos, no atendió al moribundo e impidió realizar la preceptiva autopsia. Según criterio del autor, basado en los trabajos de la Comisión Prim, los indicios apuntan a una conjura para eliminar al entonces presidente del Consejo de Ministros dirigida por Serrano y financiada por Antonio de Orleans, duque de Montpensier y aspirante a suceder a la destronada Isabel II. El doctor Francisco Pérez Abellán, como presidente de la Comisión Prim, expone con el estilo ágil y directo de una crónica periodística las diversas fases del proceso. Defiende la tesis de que, en vista de los nuevos elementos disponibles, será necesario revisar de modo substancial la versión del crimen ofrecida por las autoridades de la época, reproducida sin reservas por la mayor parte de los historiadores.

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