MAXIMAS Y REFLEXIONES DE UN RENACENTISTA

Historiador, filósofo, el florentino Guicciardini es uno de los grandes hombres del Renacimiento, aunque se trata de una figura injustamente olvidada. Se le ha considerado uno de los iniciadores de la historiografía moderna, debido sobre todo a su obra histórica sobre su ciudad natal y de Italia. Conviene saber que fue coetáneo de Maquiavelo, aunque le censuró su pesimismo antropológico.

Como humanista, él estaba convencido de la grandeza del hombre. Se reedita ahora esta selección de sus Ricordi, un conjunto de aforismos que fue redactando a lo largo de su vida de diplomático, historiador y pensador, pero que vieron la luz muchos siglos después de su muerte. A través de sentencias sabias y concisas, Guicciardini revela su conocimiento de las pasiones humanas y sintetiza las principales lecciones que ha podido sacar como observador atento de la realidad que le rodea.

El libro se presenta hoy como un manual para políticos y ciudadanos, en una época especialmente convulsa, como la que le tocó vivir al sabio florentino. Sobresale sobre todo su pragmatismo y su defensa de la limitación del poder, así como del ideal de ciudadano que era propio del Renacimiento. Junto al tema principal, que es la política y la alabanza del buen príncipe frente al tirano, también se incluyen máximas para el buen vivir del hombre, que merecen una reflexión pausada.

Para muestra un botón: “Ningún hombre es tan sabio que ocasionalmente no cometa un error. La buena fortuna consiste en cometer errores menores o en cometerlos en asuntos de poca importancia”.

Será grata la lectura para los amantes de los clásicos y para quienes sean proclives a la reflexión. Una muestra de sabiduría imperecedera. TROA

TROA