ME QUEDO AQUI

Me quedo aquí, del profesor y escritor Marco Balzano (Milán, 1978), ha obtenido los premios Campello 2015, Bagutta, Médierranée, Rigoni Stern y también ha sido finalista del Strega. Se trata de una historia familiar que transcurre en la localidad de Curon, en el llamado Tirol del Sur (Italia), en pleno auge del fascismo.
En Curon vive Trina, estudiante de habla alemana que aspira a ser maestra, pero el Duce ha prohibido hablar alemán y ella se ve obligada a dar clases clandestinamente; a la vez, se casa con Erich, con quien tiene dos hijos, Michely y Marica: a esta última va dirigida la novela.
Trina es culta, algo descreída, valiente y difícil de doblegar, pero también es sensible y sufrirá mucho con la marcha de su hija, desaparecida sin dejar rastro, y con la diferente postura ideológica que adopta Michely. Erich, su marido, es un hombre rudo y rebelde que encabezará la revuelta para defender su tierra. El fascismo no solo ha prohibido su idioma, el alemán, sino que ha puesto en marcha la construcción de una presa artificial que amenaza con inundar las calles y destruir Curon, a pesar de las protestas de sus habitantes, trabajo que se interrumpe por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Erich es llamado al frente, pero debe abandonar por sufrir una lesión y durante una temporada se refugia con su esposa en las montañas. A su vuelta, el proyecto del embalse continúa y muchos vecinos huyen, pero Trina no tiene miedo y afirma que “si este lugar tiene algún significado para ti, si los caminos y las montañas te pertenecen, no debes tener miedo de quedarte“.
Este hilo narrativo, símbolo de la resistencia de un pueblo a ser invadido y del amor a su tierra, se enhebra con una interesante trama familiar en la que tiene mucha relevancia el modo de pensar y actuar de la madre de Trina, una sabia mujer que simboliza la decisión para defender sus ideales.
Balzano construye un relato de gran fuerza y belleza literaria en el que hay dolor, amor y violencia y donde afloran la fortaleza y fragilidad de unos personajes profundamente humanos con sus aciertos y errores. Todo descrito con cuidado lenguaje y una prosa fluida y visual de gran resultado estético, elementos con los que el autor consigue atrapar la atención del lector desde el inicio.

Reyes Cáceres