MEDIANOCHE EN DAMASCO

La periodista de origen libanés Maha Akhtar (Beirut,1962)y nacionalidad norteamericana sitúa la acción de su novela Medianoche en Damasco en la República Árabe de Siria bajo la dictadura del presidente Bashar al Assad que a partir de 2011 reprimió por la fuerza los movimientos de la oposición armada contra su régimen.
La figura del ficticio protagonista, el general de brigada Mikal al Hussein, representa a los militares rebeldes que al rechazar las medidas represivas contra el pueblo, abandonaron las filas del ejército regular para luchar contra sus antiguos compañeros de armas. Perseguido Mikal sañudamente por los servicios de inteligencia del Estado, se refugia en Turquía donde logra reagrupar a sus partidarios en el exilio, organiza un ejército de liberación y lanza numerosos ataques en territorio sirio contra el régimen de su antiguo jefe, Assad. Las actividades del general le obligan a desplazarse a través de distintos escenarios desde Estambul a otras regiones de Oriente Medio con el fin de coordinar los frentes de combate y escapar de las numerosas emboscadas que le tienden sus enemigos, dispuestos a acabar con su vida. Sus esfuerzos por recabar ayuda militar de las potencias Occidentales le lleva a establecer relaciones con las oficinas de la CIA en Estambul y recabar la ayuda de la prensa americana con el fin de convencer a las autoridades de intervenir en favor de la causa de la libertad. Debido a las tensiones internacionales, los Estados Unidos, bajo la presidencia de Barak Obama se limitan a prestar un apoyo más formal que efectivo, ante los avances del Estado Islámico que ocupa una zona fronteriza entre Siria e Irak. La obra se centra en la descripción de un conflicto que muestra las radicales diferencias que separan a las naciones islámicas divididas entre facciones religiosas opuestas de chiitas, sunitas y alauitas. A esta división se añade el hecho de que las familias tradicionales a lo largo de los años se perpetúan en el poder gracias a los beneficios del petróleo y el apoyo de fuerzas militares adictas y bien pagadas. La novela se limita a plantear la gran complejidad del mundo árabe y acusar a Occidente de falta de sensibilidad para atajar los problemas, sin considerar que los verdaderos responsables de la situación explosiva de Oriente Medio son los dirigentes de los países musulmanes que se debaten en prolongadas guerras de origen confuso e incierto final. Maha Akhtar con el estilo directo y ágil de una crónica periodística, acierta a describir el clima de extremada violencia que ha caracterizado las guerras civiles en el interior de Siria y el sufrimiento de las poblaciones civiles obligadas a abandonar sus hogares debido a las operaciones militares.

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