MI TEORÍA DE TODO

Sarah hace unos meses que ha perdido a su mejor amiga en un extraño accidente, y desde ese momento su vida es diferente. Sus notas han caído en picado, se ausenta de clase, se aísla socialmente y su comportamiento se ha vuelto tan insoportable que su familia está desesperada. De ahí, que buena parte de esta novela, relista y típicamente adolescente, se centre en explorar el sentimiento de culpa de Sarah y su radical cambio de carácter. En un contexto escolar y familiar muy americano, en la historia se alterna un agudo sentido del humor con elementos trágicos, en una combinación curiosa capaz de atrapar al lector, aunque no pase casi nada. El tono vivo y coloquial en que está narrada, con un formato lleno de dibujos de la protagonista llenos de rebeldía y crítica social, además de su interesante personalidad cuya forma de expresión habitual es el sarcasmo, no consigue esconder su inteligencia y fondo generoso. Aunque es un relato de sentimientos y emociones, se puede adivinar un fondo psicológico- incluso educativo- y reflexiones acerca de temas trascendentes, como el sentido de la vida o la importancia de las creencias personales, y todo, de manera informal y divertida. El problema que plantea es la ambigüedad moral en lo referido a las relaciones de pareja y al sexo, que se entienden como algo normal y que hacen todos, sin ninguna valoración al respecto. Es una lectura dirigida al público femenino.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa