MIENTRAS VIVAS EN CASA

El objetivo de este libro es hacer que los adultos que se plantean tener hijos sean conscientes de lo que ello supone, para que los eduquen bien.
Considera el autor que los padres, más que mucha teoría, deben tener mucho amor, generosidad y voluntad para educar; y también metas y habilidades educativas, para que los hijos logren el mejor desarrollo posible como personas y una vida plena de significado con arreglo a unos valores. Como no hay dos niños iguales, saber escuchar, observar, reflexionar, darles seguridad y apoyo emocional, enseñarles a predecir comportamientos correctos, educar en el autocontrol, son acciones esenciales de los padres. Por ello también, la escuela no puede ser igualitaria: tiene que centrarse en las diferencias individuales, impulsando la iniciativa y creatividad de los alumnos. Y es necesaria la implicación de los padres en la vida escolar de los hijos. Se pregunta el autor por qué precisamente en la prosperidad hay más acoso escolar, indisciplina y fracaso. Hay que examinar y reflexionar acerca del modo de funcionamiento de las escuelas de hoy y el fin educativo que persiguen. La escuela debe ser también un ámbito de formación moral. Se describe el proceso del acoso escolar, sugiriendo medidas para los colegios y de prevención familiar, y se aborda correctamente el tema de las drogas, el alcohol y el embarazo de adolescentes.

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